LA MÁSCARA DE CUERO
1/10/2000 Por Alberto Urdiales, aspirante a periodista

Cientos de participantes, millones de cartones, incontables Coca-Colas, muy pocas horas de sueño, doce españoles en el Top64, dos chicas que arrasaron con los cartones (no sólo) y una, sólo una auténtica y genuina máscara de cuero; esto, en muy resumidas cuentas, fue el Grand Prix Oporto 2000. En coche, avión, tren, barco, patinete o utilizando la frase: "Scottie, gimme up", da igual, aproximadamente setecientos frikis acudieron a la gran cita del frikismo.

Oporto es una ciudad que se define fácilmente en dos palabras contrapuestas: arriba y abajo: las cuestas hicieron una rebelión bolchevique hace mucho y tomaron las calles de la ciudad lusa y decidieron quedarse allí; seguramente de ahí de explique la fisionomía de los y las habitantes de Oporto, sin olvidarnos de los ejercicios atléticos que han de realizar todos los que cruzan dichas calles, si es que quieren evitar a los pilotos de prueba que son sus taxistas. La primera cita es a las ocho de la mañana del sábado... En la cola de entrada, claro, donde la búsqueda de caras amigas es crucial: es aquí donde se hace evidente (aún más, si cabe) el gran sentido de la hospitalidad de los valencianos (mención especial a los mejores frikis del mundo: Jetxu, Roca y Gus): nada como aparecer con tres Byes en la cola del recinto, pasas casi sin esperar ;-) Una vez dentro, el paraiso: cienes y cienes, cientos diría yo, de frikis frikitando sin parar: compras, cambios, ventas... Los españoles con el cuchillo entre los dientes degollando todo el morfoide que se ponía de por medio: más de uno se llevó seis u ocho por mil escudos cada uno <:-o Pobrecillos, sólo era el principio.

La organización, reconozcámoslo, fue buena. Bien, todos los que allí estuvieron dirán que empezamos excesivamente tarde, de acuerdo, que para hacer ocho rondas puede que baste con nueve horas, vale... Pero que alguien explique cómo se maneja a una masa de setecientas personas que no entienden ni jota de lo que dicen los árbitros, el juez principal o el contrincante de enfrente que no para de decir "obrigado" o cualquier otra barbaridad: seamos serios, es muy complejo montar un "Grand Pri" (sin "x"), y no retrasarse. En las primeras ¡¡¡¡dieciséis!!! primeras horas de juego tipo tres, sealed deck de Máscaras de cuero... Perdón, de Mercadia, Némesios y Profiteroles, sólo contaron la astucia, el saber hacer (un hurra por Omar), los Byes, la suerte y, sólo en el caso de que conocieses a Jeptxu, que te pudieses poner la máscara de cuero, con lo que te convertías en alguien imbatible, superior a Finkel y llegabas, siendo un pardo, al 5-1-1, todo un record.

Miles de partidas, anécdotas, increíbles remontadas, jugarretas (como la de Raúl), diamantes mox a novecientos escudos, árbitros que se sabían las reglas :-P... En definitiva, la experiencia sobre Magic más grata que puedes tener: un empacho de cartones de los buenos. Seguramente veréis por aquí varios artículos sobre esto. Al final, sólo el top 64 saborearía el triunfo (y la pasta), claro que el ranking sólo se conoció al final del todo: a las dos de la mañana... A mimir, nos quitamos la máscara de cuero que hay que levantarse pronto.

Impresionante segundo día: doce españoles, una portuguesa y un representante de la Máscara de cuero pasan a la novena ronda. Las expectativas son impresionantes, pues el 20% de los que conforman el top 64 son representantes de la piel de toro. Feature matches, nervios, emoción y cansancio, mucho cansancio: competir en un gran evento no es sólo duro por los rivales, sino por que es agotador; las horas de sueño son escasas y las ganas de frikitar demasiadas. No pain, no gain, maaaaaan! El resultado es algo extraño, no por los primero clasificados, americanos, canadienses... No ibéricos, vamos.

Ni tampoco por la brillante actuación de Llopis, sino por el puesto de Carlos Barrado que se antoja algo corto y por el "sospechoso" retraso en el anuncio de los clasificados para el "topocho", pues el único representante de la máscara de cuero, Gus, empatado a puntos con un portugués, se queda fuera de una manera, según testigos presenciales, bastante mosqueante >:-( Datos sobre clasificaciones y puestos los hallaréis en otras secciones.

En definitiva, una ENORME fiesta de Magic, vicio, lujuria y perversión friki como, esperemos que sólo de momento, no se ha visto ni se ve en España; side-events, presentación de Invasión incluida, gente maja a porrillo, chicas jugando a los cartones, encuentros con otros modos de concebir el juego, gente más experimentada, menos, pactos, fullerías, árbitros majísimos, deformers, frikis "trocando" cartas, comprándolas, vendiéndolas (y eso que estaba prohibido), diversión, diversión, diversión y mucha diversión combinado todo ello con una pequeña, simpática, negra y suave máscara de cuero que, por supuesto, estaba abajo ;-P